El café es café
Esta afirmación me la hizo mi padre cuando comencé a adentrarme en el mundo del café de especialidad. Me decía al principio: “Pero vamos a ver, el café es café, como vas a vender paquetes de café tres veces por encima de su precio de mercado” (En lo del precio si tenía razón) Él era una persona tradicional, para él todo el café era igual y no le faltaba razón dentro de las referencias que tenía.
Pues cierto era que hace tan solo cinco años era muy difícil tomar un café que no tuviera varias características comunes, y es que la creencia heredada que veníamos arrastrando hacía que la gente creyera que todo el café era amargo, astringente, con notas de sabor a madera y frutos secos quemados, cafés sobre tostados para ocultar los defectos, con exceso de aceites como consecuencia y que sus niveles descontrolados de cafeína y su falta de propiedades antioxidantes hacían que efectivamente todo el café fuera igual.
Pero el juego estaba cambiando, la industria había desechado todos los granos de café que no tuvieran esas características, era como si esos granos fueran defectos hasta que en 1974 Erna Knutsen vio el valor añadido que podían tener esos granos, los aromas de esos cafés y su intuición femenina se unieron en el lugar y la ocasión perfecta, tras asesorar a su jefe en la compra de un lote de esos granos de café surgió la magia, el nuevo café que lanzó la empresa fue todo un éxito, de repente el café ya no solo era amargo y contenía cafeína.
El mercado acababa de descubrir que el café era más que eso, tenía aspectos sensoriales diferentes, notas de sabor suaves y limpias, efectos más digestivos tras su ingesta, y una menor cantidad de cafeína convirtiéndolo en una bebida mucho más deseada por sus consumidores y con cada vez más adeptos, tanto es así que el café es la segunda bebida más consumida en el mundo por detrás del agua. Y esto ha generado tanto interés a su alrededor que desde ese año la evolución del café de especialidad ha experimentado un crecimiento alcista, pasando de ser un gran desconocido a ser estudiado por la ciencia.
De este modo es como sabemos hoy en día todos los beneficios que puede tener un café de especialidad para el cuerpo humano, recalco café de especialidad, ya que los granos de café con defectos, y de baja calidad no tiene esos mismos beneficios para el organismo, pudiendo llegar a ser perjudiciales para órganos como el riñón o el colon. Ella a carácter personal evolucionó en su carrera profesional, pasando de ser la secretaria del presidente al que sería su nuevo puesto en la vicepresidencia de la empresa. Y en una entrevista, los tostó y los probó y redescubrió el café.
Comprendió que el café era algo más que una mera bebida energética. Podía tener esta propiedad, por supuesto, pero podía, y para ella debía, concebirse como una bebida para deleitar al paladar. Su olfato y su intuición femenina la llevaron a vender café en cantidades pequeñas para pequeños grupos de consumidores que no beberían su café por la obligación de mantenerse despiertos, sino por el placer de saborearlo.